En la entrada anterior, traté sobre una actividad importante dentro de la búsqueda de información y la recuperación que permita al usuario el tener una amplia serie de recursos a su disposición, con tan sólo teclear palabras clave para poder identificar dichos recursos. Una manera de poder identificar estos recursos es gracias a la catalogación temática que permite la identificación del contenido de los documentos con palabras sencillas y precisas. Para poder asignar dichas palabras clave (conocidas como encabezamiento de materia), se requiere de un proceso bastante largo que también se describió en la entrada anterior.
Para tener un mayor control sobre los encabezamientos de materia, se crean grandes listas que contienen todos los encabezamientos de materia que se han creado o identificado y actualmente hay una gran variedad de listas de encabezamiento de materias (LEM), algunos ejemplos son:
- Subject Headings (Library of Congress)
- Lista de Encabezamiento de Materias de Gloria Escamilla
- Lista de Encabezamiento de Materias de la OEA
Cada una tiene diferente lenguaje, terminología, incluso estructura. Debido a la gran cantidad de instituciones y organismos que proveen información a diversidad de comunidades, se crearon estas listas para satisfacer necesidades de información de forma efectiva. Un ejemplo de esta diversidad se puede observar en la lengua española que tiene una gran variedad de palabras con diferentes significados debido a que su uso varía dependiendo de la región en el que uno se encuentra.
Además, la constante actualización y creación de nuevos términos para designar o señalar contenido importante, así como las continuas modificaciones y actualizaciones realizadas deben ser tomadas en cuenta para mantener el paso con el desarrollo de las áreas de conocimiento para ser identificados mediante un lenguaje normalizado, una temática o una representación significativa para el o los usuarios.
Hablando de las LEM de la Biblioteca «Luis Ángel Arango»
Esta lista involucró a un gran número de profesionales que intervinieron en su realización. Fue realizada por Carmen Rovira y Jorge Aguayo que reunieron una mesa de expertos de varios países latinoamericanos especializados en áreas de semiótica, terminología (en las Ciencias Sociales y otras áreas de conocimiento) además de la participación del Sistema de Información y Documentación para la Educación Superior (SIDES). Se creó un Comité Consultor de carácter internacional con expertos de la OEA (Organización de los Estados Americanos) que asistió a dos reuniones en 1977 y 1978. En ésta última reunión participó Michael Malinconico y Blanca Castañón.
Antecedentes
Estructura de las LEM
La LEM de la Biblioteca Arango está en formato impreso y con dos volúmenes que están estructurados de la siguiente manera.
En cuanto a la organización, está ordenada en orden alfabético, que se aplica para término autorizados y encabezamientos recomendados; los términos autorizados están en negrillas y bajo ellos se dictan las referencias. Los encabezamientos con subdivisión van primero que los encabezamientos con calificador, luego los encabezamientos en forma de frase y encabezamientos invertidos. Las abreviaturas, siglas y acrónimos se ordenan como palabras en caso de no tener signos de puntuación. Mientras que las subdivisiones históricas conservan su orden cronológico, primero van períodos más amplios. Se ordenaron bajo el nombre de la denominación del período y no tiene que saber necesariamente las fechas correspondientes. Además de tener una lista equivalente de inglés-español para poder ayudar a la Biblioteca del Congreso en la realización de su propia lista, al ir incorporando los encabezamientos nuevos que va incorporando la Biblioteca Arango.
Para terminar, es importante destacar que el uso de estas listas de encabezamiento de materias no sólo facilita al profesional de la información a la catalogación de sus recursos, sino que también apoya al usuario a tener una serie de términos que le permite consultar con más precisión los catálogos para encontrar la información que requiere. Quizá al principio sea engorroso, sin embargo, vale la pena acercar este tipo de instrumentos para que el usuario se familiarice con el funcionamiento de la biblioteca y los sistemas que se utilizan para la recuperación de la información. Es importante el realizar investigación en torno a estas herramientas poder entender su utilidad y aplicación en la organización de información, además de mantenerlas actualizadas y cargarlas en los sistemas digitales para impulsar el acceso a la información desde distintos puntos.
Espero que esta entrada les sea útil y gracias por leer a Aprendiz de la información.
Referencias
Sitio web de LEMB. Consultado en: http://www.lembdigital.com/funciona05.htm el 10 de marzo de 2014.